Reciclado Creativo. Lámpara de las 125 botellas de plástico
amistad, aprender, blog

¡Dirigido a ti!

«Lo importante de este post no soy yo, ni mis objetivos, lo importante es lo que pueda provocar en ti cuando me conozcas un poco más, y lo que puedas aportarme cuando termines de leerlo»

Me dirijo a ti directamente, siiii, tú! No mires hacia otro lado. Has pinchado en el enlace ¿no?. Eso quiere decir que eres la persona que lee mi blog, y  a quien me dirijo cuando escribo.

Tengo demasiadas cosas que compartir contigo, me preocupa no ser capaz de conseguir lo que quiero con este post. La idea central es que conozcas una de mis pasiones y que colabores conmigo para que pueda trazar el camino a seguir para conseguir mis objetivos.

Estoy construyendo Reciclado Creativo, es una especie de escaparate en el que poder mostrar esa parte importante de mí que hasta ahora solamente conocían los que conviven conmigo. Es el espacio donde guardo las cosas que voy haciendo para enseñártelas. Me gusta hacer cosas, crear objetos. Si además consigo realizarlos a partir de aquello que otros descartan, mejor todavía. También me fascina dar un uso diferente a las cosas, y utilizarlas para otros fines que no tienen nada que ver con la función para la que fueron diseñados.

Crear objetos no es algo nuevo para mí, lo  he hecho siempre, pero compartirlo con desconocidos, y el modo de hacerlo, si es una novedad. Conseguir lo que me he propuesto con esto, es  un reto.

Tengo varios objetivos. En público, solamente puedo compartir contigo algunos:

  • Demostrarme a mí misma y a los demás que tengo una habilidad, y que existen personas interesadas en lo que soy capaz de hacer.
  • Conseguir que esta pasión se pueda convertir en algo más que un entretenimiento.
  • Vender «mi talento» y mis ideas.
  • No parar de aprender.

Lo de la habilidad, talento o como lo quieras llamar, lo reconozco. No creas que ha sido fácil admitirlo. Me ha costado una vida asumirlo. Ahora no voy a ir con «falsas modestias», soy buena en esto. Punto. Demostrarlo a los demás es otro cantar.

Hacer de esta «afición» algo más grande, me produce un poco de vértigo. Pero si fuera capaz de conseguirlo, sería como cumplir un sueño.

Lo de «venderme»  no es mi punto fuerte, pero tendré que hacerlo.

Lo de aprender,  ya se sabe… El día que dejas de aprender, comienzas a morir.

Para conseguir estos objetivos, tuve que tomar decisiones sin contar contigo. No podía esperar a pedirte opinión para todo ¿No te parece?. No pasa nada, Si crees que he de cambiar algo,  estoy a tiempo. Sabes que puedes convencerme fácilmente, tu opinión es muy valiosa para mí.

He aceptado los consejos de los «gurús». He sido obediente y he hecho el blog, la página de Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest, Flickr, el canal de Youtube, etc, etc, etc…. Pero he de ser honesta, creo que todo eso es paja y humo, sin contenido, nada se sostiene. Por la misma razón, me temo que no merece la pena arrodillarme y pedirte que seas un «seguidor», así, sin más,  sin ton ni son.  Si lo que hago no te interesa, si no forma parte de las cosas a las que dedicas un poquito de tu tiempo, o de tus inquietudes, ya me parece todo un detallazo que estés leyendo lo que te escribo. Tenemos otras cosas en común. Prefiero tenerte como amigo sincero, que como un adulador  que hinche mi autoestima «virtual»  inútilmente. Pero reconozco que me encanta que los buenos amigos sean incondicionales seguidores de todo lo que hago (en el fondo, SI que me gustan los aduladores, aunque sean negativos para mi salud mental).

Estoy empezando con esto, aunque haya trazado un camino a seguir, todavía no es el definitivo, por eso tu feedback en estos momentos es más valioso para mí que los «me gustas«, «pins«, «twitts«, «suscripciones«, «follows» y todas esas cosas que puedas darme (aunque los valore mucho).

Tu opinión y tus sugerencias son el mejor regalo que puedes hacerme.

Te lanzo algunas preguntas solamente como meras sugerencias. Respondiendo a una sola, ya me habrás regalado algo importante. Y si lo que quieres aportar no está en la lista, seguro que es muy interesante, y se me ha pasado por alto. Si no esperabas descubrir esta faceta  oculta de mi, si te he dejado sorprendido, si no sabes lo que decir, o si crees que abuso de tu confianza por pedirte que me des tu opinión,  dímelo. Eso también forma parte de lo que necesito de ti.

  1. ¿Te interesa el reciclado?¿Y hacer cosas tú mismo?
  2. ¿Qué harías si después de muchos años recordases aquella pasión o habilidad que siempre has llevado dentro?
  3. ¿Qué habrías hecho, y qué estarías haciendo, si estuvieras en mi lugar?
  4. Si estuvieras en mi piel, ¿intentarías vender objetos hechos a mano,  talento o inspiración?
  5. ¿A quién te dirigirías para «vender» ? (los objetos hechos a mano, el talento o la inspiración)
  6. ¿Cómo lo «venderías»? ¿Qué medios utilizarías?
  7. ¿Crees realmente que merece la pena que siga con esto?
  8. ¿Cómo sacarías partido de esta habilidad?
  9. ¿Dónde estarías?
  10. ¿Qué errores estoy cometiendo?
  11. ¿Qué cosas puedo mejorar?
  12. ¿Genero contenido, mejoro en redes sociales o salgo a «vender»?
  13. ¿Qué acciones crees que puedo tomar para conseguir mis objetivos?
  14. ¿Crees que me he vuelto loca?
  15. ¿Te parece que estoy perdiendo el tiempo?
  16. ¿Piensas seguirme en redes sociales y compartir mi contenido?

Aunque yo ya me haya fijado el borrador de la hoja de ruta, me gustará contrastar tus opiniones con las mías antes de seguir adelante.

«Una vez tenga una idea central sobre mi proyecto, una meta clara, el resto de decisiones serán fáciles de tomar: porque podré saber en qué medida me ayudarán a conseguir mi objetivo». Y lo podré conseguir gracias a tus aportaciones.

No sé si me habré explicado con claridad  y si habré conseguido contarte lo que pretendía. Por si no lo he hecho, en este vídeo te cuento lo que es Reciclado Creativo. Mi objetivo es convertir esta pasión en un modo de vida. Y deseo de corazón que me regales tus sugerencias y opiniones.

Puedes hacer el comentario que quieras aquí, o enviarme un email a rosa@recicladocreativo.com

P.D.: Quiero  a citar a  César y su post: «Los ojos en la meta, el objetivo de tu charla» , lo que dice va más allá de las charlas o las ponencias. Es algo que yo debería aprender y aplicar en todo lo que hago. Espero que me perdone por no haberle pedido permiso para «piratear, copiar, pegar y alterar» algunas de sus frases (en cursiva y negrita en este artículo). Por suerte (en este caso), mi blog lo lee poca gente, así que él no lo leerá.  Seguramente, eres la única persona que ha llegado hasta aquí. ¡Allá tú si se lo cuentas!

Estándar
Dame la mano, llegaremos juntos
amistad, blog

No te dejes llevar…

Nunca te dejes llevar, pide ayuda cuando lo necesites, no lo olvides jamás…Dame la mano, llegaremos juntos

Sucedió hace unos 4 o 5 años. Unos amigos estaban navegando por la costa de Ibiza. El barquito se hundió, los tres ocupantes intentaron llegar a la orilla a nado, era un buen trecho, pero alcanzable. Solo era necesario medir las fuerzas, y luchar contra las olas mediterráneas. Se daban ánimo unos a otros, los dos chicos tenían más resistencia, ella se agotó. Podía haber seguido nadando, el marido y su amigo le daban ánimos, y si fuera necesario, también ayuda. En un momento dado, exhausta, Tere les pidió que parasen. Se despidió de ellos, y se dejó llevar. No podía más, sabía que sus compañeros alcanzarían la costa sin ella. No quiso ser una carga, y se hundió. Los hombres no pudieron hacer nada por salvarla, el mar se tragó a Teresa.

Los dos hombres contaban con muchísimo dolor lo sucedido. Tere ya había hecho lo más difícil, estaban tan cerca de conseguir el objetivo: ¡salvar la vida!. Pero Tere no quiso continuar, había perdido las ganas de luchar contra las olas,  el cansancio, la desesperación… La orilla estaba tan cerca… pero no podía verla. Sólo tenía que haber levantado la mano, y pedir ayuda, habrían llegado los tres juntos, los tres se hubieran salvado.

Es posible que alguna vez en mi vida me haya cruzado con ella, puede ser que hayamos comido juntas en el mismo restaurante, incluso puede que hayamos compartido mesa con amigos. Nunca se sabe. Si le hubiera podido decir: Tere, nunca te rindas, ni en los peores momentos, sigue adelante, no te pares.

Hubiera dado igual, en esos momentos de desesperación, no se acordaría de lo que le dijo una desconocida como yo. Pero yo no me olvido de Tere, parece que es ella quien me susurra al oído y me dice:

Nunca te dejes llevar, y pide ayuda cuando lo necesites… No lo olvides jamás…

 

Estándar