¿Quiénes son los innovadores de verdad?

Los innovadores son aquellos que ayudan a hacer del mundo un lugar mejor mediante la compresión de las personas, identificando problemas y creando nuevas soluciones.

Pero eso no puede ser algo puntual, un innovador de verdad asume estas premisas como algo constante durante su vida. No se estanca jamás.

Los innovadores no son solamente esos que crean nuevas empresas, startups, frikies o personajes tecnológicos. Hay algo más allá de la innovación que está lejos de estas modas.

Puedes pensar que los inventores de la fregona o los chupachups, fueron innovadores y muy creativos en su momento.  Ambos resolvieron un problema al que había que poner un palo, crearon excelentes y nuevas soluciones. En mi opinión, un innovador es más que el que tuvo una gran idea. El innovador de verdad no puede parar de pensar en mejorar el mundo, siempre intenta comprender a las personas, identificando problemas y creando nuevas soluciones.

Puede tratarse de una mamá o un papá, que intenta mejorar la vida de sus hijos, que se mete en su piel, identifica problemas y crea las mejores soluciones para resolverlos. No es necesario que estudie los últimos manuales, ni que asista a las clases para padres del colegio de sus hijos para estar a la última en psicologia y educación infantil. Entrena y ejercita diariamente cómo puede mejorar la vida de sus niños. La solución va evolucionando según crecen los hijos, en ocasiones puede tratarse de una solución tan comunmente utilizada como dar cariño y comprensión, pero de un modo diferente y nuevo para él o ella. Está siendo innovador en la solución de su particular problema. Aunque para otros esté siendo anticuado.

También podría tratarse de un médico de familia, que intenta que sus pacientes estén sanos, que identifica la enfermedad y estudia el mejor tratamiento para que se cure el enfermo. Aunque haya estudiado durante un montón de años, aunque se conozca el Vademecum de pé a pá , su principal objetivo es aplicar sus conocimientos y experiencia para conseguir el objetivo de sanar. Puede ser que la aspirina sea el remedio que ha utilizado siempre para resolver un problema específico y, tal vez, sea el más apropiado. Pero, estudia su uso combinado con otros tratamientos, o simplemente descubre que con unas palabras de ánimo y amables, el tratamiento tiene más éxito. Aplica el mismo  tratamiento de hace 20 años, pero intenta mejorarlo cada día aplicando algo diferente, y cada vez mejor.

Otro perfil innovador que admiro es el de los profesores que, a pesar de los políticos y los libros de texto, tienen como objetivo mejorar la enseñanza y el aprendizaje de sus alumnos, comprenden a los chavales, identifican el problema y consiguen que  aprendan aquello que otros son incapaces de enseñar. No se trata solamente de aplicar nuevas tecnologías, sino de no «apalancarse» en la metodología que funcionaba hace 20 años, o con otros chavales. Para conseguir su objetivo se apuntan a la última tecnología, o  son capaces de retroceder, y olvidarse de ésta, y de ese modo también innovan.

Mi homenaje de este post va para todas aquellas personas que son innovadoras durante toda su vida, que no han inventado la cuadratura del círculo, que no se hacen millonarias con un pelotoazo, que son personas normales, y que consiguen que el mundo sea un lugar mejor cada día. Gracias a ellas, la sociedad evoluciona.

Y cierro diciendo que es cierto que los creadores de nueva tecnología, los «startuperos» de pro, y los grandes descubridores, han sido, son y serán innovadores, pero hay muchos anónimos que lo son más. y casi nadie lo  reconoce como es debido.

Si has llegado hasta aquí,  piensa en los mejores profesionales que se han cruzado por tu vida. Probablemente te darás cuenta de que todos son innovadores y creativos, que han sabido comprenderte, y te han ayudado a resolver un problema de un modo diferente al que utilizan los demás.

En ocasiones los más creativos, te matan la creatividad ¿O no?

Hoy me apetece gritar que los que admiras, aquellos que son creativos e innovadores, son capaces de matar la creatividad. Deseaba tener un momento creativo, una especie de orgía creativa, pero otros se empeñaron en enterrarlo. Esta fue mi experiencia de ayer por la noche. Tenía unas expectativas, pero los demás tenían otras. Estaba equivocada. Es en esos momentos,  cuando no se cumplen los objetivos, te sientes mal.

Ya se ha acabado el curso @design101, bueno, eso es lo que yo creía. Todavía nos sorprenden con más actividades. Estaba muy contenta pensando en la sorpresa que Stefano Mirti, Anne-Sophie Gauvin y Giulia San Gregorio nos tenían preparada. Imaginaba un superencuentro creativo. Los profes, junto con los compañeros de curso de todo el mundo, haciendo algo creativo, todos juntos simultáneamente.

El primer desencuentro era el medio, desde mi particular punto de vista, Facebook no era el más adecuado. El segundo era la duración, otra vez desde mi visión, dedicar tanto tiempo a una conexión hace perder el foco. El tercero es el  carácter caótico típicamente latino, y especialmente italiano. No sé el resto de compañeros, pero yo me sentí totalmente perdida. Y eso que me conozco el percal. No sé si los no latinos habrán entendido este desorden como algo creativo, divertido, transgresor, etc… para mí ha sido un auténtico desastre. Es bien cierto que del caos puede surgir algo realmente interesante. Espero que alguien lo haya disfrutado, pero esa no he sido yo.

Me senté a las 22:00 cara al ordenador (ya con retraso, como he dicho, me conozco el percal), nadie sabía nada. Los compañeros se limitaban a subir cosas que ya había visto, y los profes hacían algunos comentarios (pocas líneas, y algunos tan simples como «me gusta»). Vaya desastre, yo estaba preparada con material en la mano para disfrutar de un momento creativo, tal y como esperaba, pero nadie demostraba estar creando nada en ese momento.

Estaba cansada, me sentía demasiado saturada de flores azules, y demasiado decepcionada con el «maravilloso desencuentro».  Nadie decía nada sobre lo que debíamos hacer.  Mi inconsciente me traicionó mientras miraba el material que tenía disponible, ojeaba el muro de Facebook, intercambiaba mensajes con compañeros que tampoco entendían nada, y otros que lo sabían todo. Me había propuesto un momento de creatividad, y me la estaban matando. Tenía unos alfileres en la mano. De repente empecé a sentirme como si alguien me estuviera clavando alfileres azules, me sorprendí a mi misma haciéndome mi  propio vudú.

Tal vez debería haber sido una cansina, y volver a publicar mis #blaueblumen  . Mi percepción  es que mis amigos de redes sociales, los tengo saturados con el azul, en YouTube ya pasan las 10.000 visitas entre los dos vídeos relativos al tema, he subido fotos a Instagram, en Pinterest, he tuiteado, he compartido en Facebook, están en Flickr, hasta en Tumblr y Google+, …. ¿¿¿¿¿¿¿Otra vez tenía que publicar mis flores azules??????

Las publicaciones en las redes sociales se convierten en anticuadas muy pronto. Pierden actualidad con una velocidad de vértigo. Para mí, es un tema «viejo», pero tal vez eso es lo que debería haber hecho, recordar viejos tiempos y batallitas de abuelos, para que los profesores comentaran lo que hice en el pasado (vale, no tan pasado, solamente hace una semana)

Reconozco que durante esta «reunión» estaba demasiado saturada para ser creativa, pero mi inconsciente me llevó a hacer este vudú, que no va contra nadie, simplemente es una muestra de lo que sentía en ese momento. Como si alguien me clavase las #blaueblumen en el corazón, y me estuviera haciendo daño impidiéndome crear cosas nuevas.

Según los profesores, estas flores azules, o vudús azules, eran muy «cool».  Puede ser que sea así, al final tuve un momento de creatividad en un momento de rabia, que no disfruté, y con un resultado que gusta a otros. A mí me trae recuerdos de un rato doloroso. Me pregunto si Stefano, Anne y Giulia buscaban este resultado. ¿Mataron mi creatividad? ¿Qué crees?