En ocasiones se empeñan en decir que si ves el vaso medio lleno eres optimista, si lo ves medio vacío eres pesimista, y todas esas cosas que suelen contarnos.
La verdad es que hay algo de verdad en todo ello, pero este e vaso no está ni medio lleno, ni medio vacío. Está como está, es decir, por la mitad.
Así que aplícate el cuento, vuelve a mirarlo bien, y luego ya me dices si eres optimista o pesimista.