Este post es un poco forzado. Suelo compartir muchas de las reflexiones de las cosas que aprendo. Esta vez me está costando mucho.
El curso @design1o1 es demasiado especial. Ya nos han pedido varias veces que cocinemos, mi problema es que yo no suelo hacerlo. En casa no soy yo la «cocinera». Pasé de los ejercicios de clase durante la semana que teníamos que dedicarnos a la cocina. Me tomé un descanso que luego he pagado caro.
La semana pasada nos pusieron «las peras al cuarto», advirtieron que es necesario tener todos los ejercicios para acabar el curso. Luego me puse a repasar otra vez las instrucciones y los textos de las clases. La verdad es que tenían mucha razón. De algún modo, diseñar y cocinar tienen mucho en común. Tienes que saber para quien cocinas (y para quien creas un objeto), dispones de unas herramientas, tienes unas habilidades y con los ingredientes o materiales debes crear algo para que otro lo disfrute.
En ocasiones puedes ser creativo, hacer las cosas a tu manera. En otras, debes hacer lo que te piden.
Yo ya realizo bastantes ejercicios creativos «por mi cuenta», así que este fin de semana me he tenido que poner las pilas.
Los primeros tres días teníamos que cocinar algo que nos gustase mucho (el primer día), repetirlo invitando a 3 amigos (segundo día), cocinar para alguien muy especial y crear un ambiente especial (tercer día).
Yo lo condensé todo en uno.
Uno de los platos que más me gusta es la paella, no éramos 3, éramos 23 y lo hicimos para celebrar el 87 cumpleaños de mi padre (una persona muy especial). Además, aproveché que estoy aprendiendo otras cosas sobre vídeos, y el resultado ha sido «Paella Casera Valenciana».
El siguiente ejercicio era hacer una Torta Sacher, un modo de hacer algo «según te dicen». Sobre el chocolate de la torta, debíamos «vestirla» con «gente pequeña» y compartir este «mundo ficticio» que habíamos puesto sobre la cubierta de chocolate. Debíamos crear un paisaje con personajes.
Me enfrentaba a dos problemas, no tenía los ingredientes, no podía ser creativa, así que busqué una receta con chocolate para «seguirla a rajatabla», y crear un mundo ficticio. La receta la tomé de http://www.azucarconamor.com y el mundo ficticio lo creé con figuritas con las que ya no juega mi hijo, es decir «zombies». Aunque mi mundo ficticio, en ocasiones pienso que está volando por el cielo.