Nuestra sociedad ha evolucionado y se ha transformado, Hemos desarrollado un consumismo absurdo y descontrolado. Mientras se ha tratado de objetos, hemos actuado como si fuéramos ciegos y sordos, no hemos querido admitir nuestra estupidez. Esta manera de ver la utilidad de los objetos se ha contagiado al modo de ver la vida de las personas.
Algunos hablan de burbujas que están estallando. Lo de la burbuja inmobiliaria es solamente una de tantas.
Los creadores de estas burbujas, cada vez pueden sacar menos de nosotros, estamos escurridos, parecemos mojamas. Ya no les interesamos, Prefieren ir a zonas «emergentes», es decir, lugares donde haya personas a las todavía les quede algo que pueda ser exprimido. Solamente se busca un beneficio económico, nosotros no les interesamos. El dinero se acaba, pero las personas no (por fortuna). Entonces, me pregunto ¿Qué sucederá cuando ya no tengan nada que sacar? ¿donde irán?,¿volverán?¿buscarán en otros planetas?
Me impactó el reportaje Comprar, tirar, comprar sobre la Obsolescencia Programada. La absurda vida de los objetos, la necesidad de tirarlos para que compremos otros. Nos hacen consumir por consumir. Nos toman el pelo. Nos dan un trabajo miserable, por el que nos pagan lo mínimo posible, para que gastemos lo máximo que podamos. Y si no tenemos dinero, nos lo prestan y ganan también con los intereses. se unen al poder para chuparnos la sangre a base de impuestos que, en teoría, deberían invertir en nuestra sociedad, pero que se quedan en los bolsillos especuladores de los recaudadores.
Ahora, después de haber caído en sus trampas durante tantos años con los objetos y productos de consumo, después de haber jugado su partida, nos ha tocado el turno a las personas. Nos tratan como sus objetos de usar y tirar, y ahora andan buscando otros ingenuos que les llenen los bolsillos.
Tenemos lo que nos merecemos, como dice Jorge Drexler en su canción Todo se transforma:
«Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma»
Hemos dado tan poco a la naturaleza, a la sociedad y a las personas, que ahora estamos recibiendo lo que nos merecemos. Nada es más simple.
A las personas no nos pueden tirar, nos proporcionan contenedores para reciclar cartón, vidrio y basura. Pero las personas no tenemos ningún lugar para «reciclarnos», para «transformarnos».
Jorge fue muy sabio con esta letra, me encantaría saber si cree que esto se puede aplicar a lo que nos está sucediendo.
Solamente puedo decir que me produce vértigo saber en lo que nos estamos convirtiendo, nos estamos transformando en miseria.
Por cada Euro que doy, no recibo nada. Por castigo divino, el 21% lo quitan de la circulación, otro tanto se va en gastos, al final, por cada Euro que doy no puedo esperar recibir nada más que unos miserables centimitos.
Las normas han cambiado, Es muy simple, ya no queda casi nada. Ya no se recibe lo que se da, es imposible. Todo se pierde o se tira. Y lo que se transforma, se convierte en porquería.
Tendremos que esforzarnos en conseguir que lo que dice Jorge vuelva a ser cierto. Que fluya lo que damos, que vuelva a nosotros, que no perdamos ni tiremos nada, y que sepamos transformarnos en algo mejor, No me resisto a rendirme…